El Movimiento

4 de Septiembre de 3019.

Nave de salto "New Hope" en órbita sobre Kirchback
Prefectura de Kirchbach,
Distrito militar de Rasalhague,
Condominio Draconis.


Una multitud se agolpaba ante el atril improvisado con unas mesas del comedor, donde una figura arengaba a la masa, su voz estaba cargada de pasión, encendiendo los corazones de los presentes:



Viente años, 
veinte míseros años cuidando de la tierra de mis ancestros,
veinte dolorosos años sacando adelante una familia
veinte largo años pagando el diezmo al gobernador imperial del Condominio
vente años... para ESTO!

...el murmullo dio paso a un silencio tenso,  mientras la sala asentía despacio...

Separado de mi familia, arrastrado como un saco por la ciudad, despojado de mis propiedades, humillado delante de mis vecinos, vejado, metido en una nave de descenso destartalada camino del exilio...  y todo POR reclamar lo que es nuestro! lo que nos ARREBATARON! 
!Nuestra Independecia!.

...los gritos contra el Coordinador y el Condominio Draconis estallarón entre la muchedumbre...


Gracias al apoyo de Christian Månsdottir y sus aliados de la Casa Steiner volvemos a tener una oportunidad de conseguir todo aquello que nuestros mayores no lograron. Nos han facilitado esta nave y recursos para establecer un campamento en Planting, y equiparlo con todo lo que sea necesario para volver a nuestros hogares.

Hoy os pido, hermanos, que nos ayudeis. Ha llegado el momento de dejar de lado nuestras diferencias, de tomar por la fuerza lo que se nos ha negado con las palabras, de unirnos y comenzar a trabajar por el futuro de nuestras familias! 

El coordinador Takashi Kurita nos ha exiliado del Condominio Draconis, y vive Dios que no volveremos a pisarlo, por que la próxima vez que pisemos nuestros planetas, volverán a pertenecer al Principado de Rasalhague!!!

El camino será largo y no escasearán los problemas, pero juntos, lograremos lo que no han conseguido trescientos años de guerras, que tiemble el Dragón! Venir y uniros a nosotros! uniros al 1º de Tyr!


 Los gritos y aplausos recorrieron toda la estancia, la gente alzaba el puño y corría a inscribirse en la lista de reclutamiento.

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Suéltame. Las palabras salieron de su boca léntamente, apenas un hilo de voz pero cargadas de una frialdad que asustaron a Harry. 


Chico el odio sólo engendra más odio y aun tengo que curarte esa... la voz apesumbrada se quebró al ver el brillo sus ojos.

Te digo que me sueltes, anciano, tienen que pagar por mi hermano.- No había duda ni miedo en su mirada, sólo un vacío impropio para un niño de doce años.

Harry abrió la mano y dejó marchar al muchacho, comenzó a guardar las gasas y el alcohol en el botiquín mientras daba vueltas a todo lo ocurrido en los últimos días y no paraba de tener la extraña sensación de que algo horrible estaba a punto de comenzar.